Las flexibilidades por parte de las autoridades nacionales se han dado paulatinamente y con ellas las personas han relajado su cuidado. La percepción es que la ciudadanía le ha perdido el miedo a la COVID-19, aún y cuando la nueva enfermedad sigue arremetiendo con furia sobre la vida de las personas. La inmunización apenas comienza; todavía queda un camino largo que recorrer en este sentido.
El presidente de la Federación Colombiana de Sociología y profesor de la Universidad Nacional de Colombia, Carlos Uribe Celis, conversó con Gestarsalud.com y dio explicaciones del porqué el comportamiento, relajado hasta cierto punto, que se percibe en las dinámicas ciudadanas en la actualidad y que se pueden notar en las estaciones de los servicios de transporte público más importantes de cada ciudad, en restaurantes, parques y centros comerciales.
El experto asegura que sin duda existe el miedo a morir por causa de la COVID-19, así como por cualquier otro motivo, pero, y de cara a las extrañas situaciones que ha planteado la pandemia, las reacciones colectivas tienen respuestas diferentes, según el país o lugar que se habita. Antes de dar sus argumentos, el profesor de la Universidad Nacional trae a colación que el 50 % de la población activa del país se dedica a la economía informal, lo que significa que la mayoría de estas personas viven del día a día.
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En Colombia, explica el profesor Uribe, la principal variable que determina el comportamiento un tanto arriesgado de la ciudadanía en cuanto a la exposición de la COVID-19 tiene que ver con la necesidad de recibir ingresos económicos para sostener las necesidades básicas de la vida (comida y vivienda).
«Sin duda hay ciertas razones culturales, como la idiosincrasia un tanto indisciplinada del colombiano, pero que en este caso no son tan determinantes. Esta variable pesa y en algunos casos es la razón, pero no es la población mayoritaria. La mayor parte de las personas salen de sus casas y se arriesgan a contagiarse de COVID-19 por necesidad, porque Colombia a diferencia de Suiza, es un país con características de pobreza e informalidad muy marcadas”.
Carlos Uribe Celis, presidente de la Federación Colombiana de Sociología y profesor de la Universidad Nacional de Colombia.
¿En Colombia, se le ha perdido el miedo a la COVID-19?
El experto habló de datos que hablan de que en Colombia la fuerza laboral es de 20 millones de personas y, de estas, 9.5 millones de personas ganan salario mínimo o menos. «Eso es un dato muy importante para entender este comportamiento. Para insistir en la variable económica, sin desconocer la variable cultural, es importante una comparación de Colombia con otros países: Inglaterra, España y Estados Unidos. En estas naciones hay personas que rechazan los confinamientos, de manera deliberada, por razones políticas».
Aquí la necesidad de comer es la que obliga a la gente, de alguna manera, a retar al virus. Lo cierto es que, a pesar de que todo se sigue demostrando en este camino de erradicar o controlar la afectación del SARS-CoV-2, la posibilidad de trabajar desde el hogar- para todos aquellos que lo pueden hacer- resulta importante para el cumplimiento de una de las medidas que más ayuda a mitigar el riesgo de contagio: el aislamiento o confinamiento.
El profesor Uribe opina que, si la decisión de las cuarentenas depende de la ocupación en Unidad de Cuidados Intensivos, la decisión de los mandatarios nacionales y locales debería estar orientada en habilitar aún más espacios de este tipo, de manera que el sistema de salud no colapse y la economía de las personas menos privilegiadas tampoco, pues, de sus trabajos diarios depende su vida y también la de sus beneficiarios.