Datos preliminares de un estudio oficial muestra cómo se reduce el riesgo frente a los no vacunados.
Redacción Gestarsalud
El Plan Nacional de Vacunación (PNV), que este jueves completó un año de ejecución, ya mostró evidencia de haber salvado miles de vidas en Colombia de personas con esquemas completos. De hecho, esta semana se registró que en los mayores de 60 años con dos dosis se evitaron al menos 22.000 muertes por covid-19 durante el 2021.
Sin embargo, estaba pendiente de conocerse el nivel de protección que ofrecieron las dosis de refuerzo que se comenzaron a aplicar desde finales del año pasado en Colombia.
En ese sentido, el Ministerio de Salud presentó este viernes el tercer reporte técnico de la Cohorte Esperanza, que es el estudio al Plan Nacional de Vacunación que está haciendo en tiempo real la cartera. Este documento evidencia, a grandes rasgos, que las personas que recibieron dosis de refuerzo tuvieron mucho menos riesgo de morir por covid-19 que las personas con dos dosis y, sobre todo, de las no vacunadas.
A esta conclusión se llega luego de analizar datos observacionales de la población mayor de 20 años discriminada por edades y por desenlaces de hospitalización y muerte por covid-19 en el periodo comprendido entre el 7 de marzo de 2021 y el 5 de febrero del 2022.
Al revisar solo las tasas de defunción por cada 100.000 personas, se aprecia que en todos los grupos de edad las personas que recibieron dos dosis o monodosis y dosis de refuerzo tuvieron menos riesgo de morir por covid-19 que los no vacunados.
Si se compara únicamente los no vacunados con las personas con dosis de refuerzo la diferencia es muy notoria. En el rango de 30 a 39 años de no vacunados la tasa de mortalidad fue 65 y en las personas con refuerzo 2,5, es decir, 25 veces menos riesgo.
En el grupo de 50 a 59 años los no vacunados tuvieron 456 veces más riesgo de morir por covid-19 que las personas con refuerzo (tasa de 413 versus 0,9, respectivamente); en el rango de 60 a 69 años los no vacunados tuvieron 51 veces más riesgo que quienes tenían refuerzo (756 versus 14,7); de 70 a 79 años el riesgo comparado para los no vacunados fue 20,8 veces mayor (1.137 versus 54,6); y en los de más de 80 años el riesgo para los no vacunados fue 9,4 veces mayor.
Vale recordar que en enero pasado el segundo reporte de este estudio ya había mostrado que la población mayor de 20 años no vacunada tiene mayor riesgo de morir que los vacunados con dos dosis o monodosis en todos los grupos de edad y que el efecto protector de las vacunas es más visible en las personas mayores que tienen dos dosis o un esquema monodosis.
En concreto, en ese segundo reporte se indicaba que los mayores de 80 años vacunados con dos dosis o monodosis tienen cinco veces menos riesgo de fallecer por covid-19 frente a los no vacunados, de acuerdo con los datos de noviembre de 2021 a enero de 2022. En ese periodo la mortalidad por cada 100.000 habitantes de los no vacunados fue 274 y la de los vacunados de 51.
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Algunas explicaciones
Según las conclusiones que presenta el reporte del Ministerio de Salud, las diferencias de riesgos entre no vacunados y vacunados con refuerzo varía por edad y se explica parcialmente “por la presencia de variables confusoras, el momento de acceso a la vacunación y otras covariables no consideradas en este análisis preliminar”.
Julián Fernández, director de epidemiología del Ministerio, también indicó que en los resultados influyen el envejecimiento del sistema inmune, que a mayor edad puede no responder de una manera sostenida o hacerlo de forma menos potente que en los jóvenes, además de que en esas edades hay comorbilidades de riesgo. Sin embargo, aseguró que justamente por esos factores es importante recibir la vacuna de refuerzo.
De acuerdo con el dato disponible más reciente, 7’547.291 personas han recibido refuerzos vacunales, lo que ya representa el 52 por ciento en las personas de más de 70 años, el 40,5 por ciento entre los 50 y los 69 años y el 18 por ciento entre los 30 y los 49 años.
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Datos para tener en cuenta
Finalmente, el reporte de la Cohorte Esperanza hace algunas salvedades. Por ejemplo, que la protección de los refuerzos estaría subestimada porque las personas de mayor riesgo accedieron primero a las dosis de refuerzo no solamente por edad, sino por los criterios de priorización en el Plan Nacional de Vacunación.
Además, que hubo imposibilidad de discriminar aquellas personas que han presentado una reducción en la protección de las vacunas en el tiempo debido a que han pasado varios meses de terminando el esquema, lo que llevaría a afectar las tasas de mortalidad y hospitalización observado en la cohorte con esquema completo.
Y por último, que los resultados obtenidos en este análisis son preliminares y sujetos a cambios, en la medida que existe rezago en el cargue de información a las fuentes de información, y por eso es necesario continuar avanzando en el seguimiento, monitoreo y evaluación del Plan Nacional de Vacunación.
En ese sentido, señalan que en estudios posteriores tendrán en cuenta otras variables de confusión, como la presencia de comorbilidades que incrementan el riesgo de presentar cuadros graves de covid-19, la experiencia previa con el virus, el acceso a servicios de salud y las condiciones socioeconómicas de los individuos.
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